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La fuerza de Maya se especializa en atar a las personas a este mundo, poniendo a prueba su codicia, ira e ignorancia, poniendo a prueba su sabiduría y su capacidad para superar. En sí misma, no es ni buena ni mala. Depende de cómo la manejemos, y, en consecuencia, se vuelve buena o mala. La fuerza negativa nos permite aprender a superarla y a transformarla en algo útil. Y ahora, un Maestro Iluminado – como el Buda Shakyamuni, el Señor Jesucristo, el Profeta Mahoma (La paz sea con Él), Sócrates, Platón – vinieron a este mundo para enseñarle a la gente cómo superar esta fuerza negativa, la fuerza de la izquierda, y transformarla para que pueda ser unida con el poder positivo. Los chinos, llamamos a esto “la unión del yin y el yang”. Debe haber ambos, yin y yang; solo entonces es bueno. ¿Por qué debe ser así? ¿Acaso nosotros no tenemos también yin y yang? ¿Nosotros, como seres humanos, no llevamos también el yin y el yang dentro de nosotros? Sí, los llevamos. Pero en ocasiones, puede haber demasiado yin y muy poco yang. Cuando no están en equilibrio, nos volvemos inestables. Somos como una hoja arrastrada por el viento, sin soberanía sobre nosotros mismos. Si seguimos este mundo, si seguimos nuestra codicia, ira, ignorancia y deseos, entonces seguimos el yin - el poder negativo. Un Maestro Iluminado nos dirá que agreguemos más yang. De lo contrario, se inclinarán demasiado hacia el lado izquierdo, demasiado yin, y estarán atados a él para siempre. Entonces, ¿qué es el “yang”? Es el poder positivo, el poder positivo es el poder de la compasión y el amor. Es iluminación, es luz, es dicha, es bendición. Proviene de Arriba. El poder yin, por otro lado, proviene del mundo o de abajo. Uno nos arrastra hacia abajo, mientras el otro nos jala hacia arriba. En el Cielo, en las moradas donde residen los ángeles, tienen demasiado yang. Por lo tanto, no conocen el sufrimiento. No saben cómo compadecerse del sufrimiento de los demás. Pero aquí en este mundo, hay demasiado sufrimiento. Y solo recordamos el sufrimiento. Rara vez recordamos la felicidad. Sabemos poco sobre qué es la felicidad. La felicidad llega en breves momentos, mientras que el sufrimiento es abundante. Les daré un ejemplo: Trabajas ocho o diez horas al día, y cuando regresas a casa, solo puedes tener un par de platos de comida. Esa comida es nuestro momento feliz. Pero has intercambiado diez horas de trabajo por ella. Cuando pasamos tiempo con nuestro esposo o esposa, somos muy felices. Decimos “esto es el Cielo”. Pero olvidan cuánta responsabilidad conlleva esa felicidad. Después del matrimonio, veinte, treinta, cuarenta años de responsabilidad están ligados a esa única persona. Luego vienen los hijos, y la responsabilidad hacia ellos. Deben trabajar día y noche, proveerles alimentos, ropa, y cuidarlos hasta que hasta que tengan veinte, veinticinco, treinta, y no termina ahí. Más tarde, cuando ellos se casen y tengan hijos, les traerán a sus niños para que los cuiden. Así que, hay muy poco Cielo en este mundo. Los momentos de felicidad son demasiado escasos. Debemos dedicar mucho esfuerzo, mucha energía, solo para tener un poco de felicidad. El público de hoy no está tan entusiasmado como ayer. Hoy se han olvidado de reír. Está bien. Porque hoy, es más serio. Está bien, todos se preguntan, “¿Cómo es la iniciación? ¿La Maestra dará la iniciación más tarde? ¿Por qué no termina rápido la conferencia y nos da ya la iniciación? ¿Por qué habla tanto?” Habrá iniciación, pero la conferencia aún es necesaria. Si creemos ciegamente sin entender primero los principios, sin ver primero si lo que enseña ese Maestro es lógico, si concuerda con nuestras propias ideas internas, entonces eso es superstición. Por eso el Maestro debe explicar un poco primero y aconsejarles que lleven algunos libros y cintas de audio para leer en casa. No es porque queramos vender libros. Si no tienen dinero, solo tienen que decirlo, entonces los tendrán gratis. Si tienen dinero, pueden pagar solo el costo de impresión, para que tenga la oportunidad de imprimir más para otros. Eso es todo. Si no tienen dinero, no pasa nada, llévenlos gratis. Mi única intención es que comprendan primero mis enseñanzas, solo así pueden creer en ellas. Si creemos sin comprender, eso es superstición. A eso me refiero. Muy bien. Entonces, ¿por qué debemos buscar este yang? ¿Cómo lo obtenemos? Cuando nos falta yang, no seremos felices. Estamos cansados del trabajo y tenemos poco tiempo para ser felices. Así, en el momento de la iniciación, les ayudaré a abrir el yang, como si abrieran un grifo. Un grifo es agua fría, el otro, agua caliente. El grifo de agua fría es como la fuerza negativa; el de agua caliente es como el yang, el poder positivo. Si abrimos los dos a la vez y los mezclamos, podremos bañarnos sin resfriarnos, y será muy agradable. Entonces, podremos bañarnos realmente felices. Entonces la enfermedad y los dolores de nuestro cuerpo se calmarán un poco. Entonces tendremos fuerza y energía mañana para continuar enfrentando los problemas, el trabajo y las responsabilidades del mundo. Si nos bañamos todos los días solo con agua fría, a veces si nuestro cuerpo es fuerte, todavía está bien, si no, podría poner en peligro su vida. Este mundo ya nos ha dado demasiada agua fría, demasiado sufrimiento y dificultades. Anhelamos un poco de calor. Por eso estoy aquí para decirles que hay otro grifo que suministra agua caliente. Si la mezclan con el grifo de agua fría, se sentirán mucho mejor, y no se enfermarán fácilmente. Incluso si enferman, se recuperarán más fácilmente y no se pondrán peor. Pero ahora, este grifo está atascado. Tienen el grifo; el agua está lista dentro, pero el grifo está bloqueado, hay una obstrucción. Déjenme repararlo y estará bien. Entonces pueden abrirlo y obtener agua inmediatamente. Eso es la iniciación. Soy como un plomero (fontanero). El Maestro conecta la electricidad, entonces tienen electricidad. Reparo el grifo, para que tengan agua. Nada más. Me preocupa que si se bañan demasiado con agua fría todos los días se enfermen y no puedan ser salvados. Ahora bien, algunos podrán decir, “Oh, no, no. Yo me baño con agua fría, es más económico”. Está bien. Estoy de acuerdo. Pero deben saber que a largo plazo, tendrán que pagarle aún más a los médicos o a las farmacias. Algunas personas me dicen, “No quiero ser iniciado por Usted. Estoy bien transmigrando en el ciclo del nacimiento y la muerte. Puedo soportar el sufrimiento de este mundo. No quiero ir al Cielo. Para ir allá, hay que ser vegano – eso es complicado. No quiero dejar de comer carne de personas-animales, es muy rica. O tengo que abstenerme de matar, robar y de tener una conducta sexual desordenada, Es demasiado difícil; hay demasiados preceptos complicados. ¡Oh, muy problemático! Su iniciación cuesta demasiado, no la quiero”. Pero deberían saber que cuando vayan al infierno y sean asados en una barbacoa, será más agonizante. Incluso más doloroso que cumplir unos pocos preceptos ahora; más doloroso que renunciar a la carne de personas-animales y personas-peces ahora. Algunos me dicen, “Luego de la iniciación, debemos meditar dos horas y media. ¡Oh! No puedo soportarlo. Es mejor usar esas dos horas y media para disfrutar del mundo. Solo me importa el presente. ¿A quién le importa el futuro?” Pero conoceremos el futuro en el momento de nuestra muerte. Entonces nos arrepentiremos, pero será demasiado tarde. Nadie vendrá a acompañarnos. Los momentos de gozo solo traerán más problemas. Por ejemplo, si disfrutamos la carne de personas-animales, personas-peces y el alcohol, nuestro cuerpo se sentirá aún más incómodo después. Por eso los hospitales están llenos de los que comen carne de personas-animales, y los que beben alcohol. Los veganos no se enferman tan a menudo. Además, cuando morimos, solo nuestro karma nos acompañará. Nadie más. Ninguno de nuestros parientes puede acompañarnos. Si seguimos a un Maestro, practicamos espiritualmente, recibimos la iniciación, y practicamos el Método Quan Yin, o si ambos, esposo y esposa, practican espiritualmente, no solo podemos disfrutar de la felicidad familiar ahora, sino que luego podemos seguir caminando juntos para siempre. Sacrificar una o dos horas para meditar juntos, y entonces estaremos juntos para siempre. ¿No es ese un buen trato? No hay pérdida en absoluto. Practicar espiritualmente conmigo traerá beneficios ilimitados, nunca una pérdida. La Ley del Yin y el Yang es así: si tenemos demasiado yin, nos hundimos en el yin. Esto es causa y efecto. Si plantamos yin, cosechamos yin. Si plantamos yang, vamos al Cielo. Pero si cultivamos ambos, y equilibramos el yin y el yang, lo negativo y lo positivo, entonces se vuelve brillante. Entonces alcanzaremos la Budeidad. Nos convertiremos en seres equilibrados – Budas. “Buda” no significa solamente yang. Buda tiene tanto yin como yang. Eso es lo que vemos en el símbolo del taoísmo. Un lado yin, un lado yang, con un punto de yin dentro del yang y un punto de yang dentro del yin. Significa que un verdadero taoísta, alguien que ha alcanzado el Camino, debe encarnar tanto lo negativo como lo positivo juntos. No es ni todo yang ni todo yin. Si fuera todo yang, no comprendería las cualidades de los que son yin. No sería tolerante con todos los seres; no conocería sus corazones, no podría comunicarse con ellos, no podría consolar sus sufrimientos. Si tiene demasiado yin, entonces es como nosotros: come, bebe, disfruta de los placeres mundanos, y es ignorante, no iluminado, impotente, incapaz de ayudar a nadie. El poder positivo, la fuerza salvadora está dentro de nosotros. Eso significa, “La naturaleza humana es originalmente buena”. Ahora, está bloqueada, rodeada de obstáculos kármicos, por lo que no podemos verla. Si hay alguien que se especializa en abrir esta energía positiva y solucionar el problema, entonces podemos beneficiarnos. Eso es la iniciación. Ayudo a los compañeros iniciados o discípulos a abrir su Poder amoroso y compasivo. Ese Poder amoroso y compasivo los cuidará todos los días. En el catolicismo, lo llamamos Dios. Cuando llegamos a conocer el Poder amoroso y compasivo, conocemos a Dios. Si no practicamos espiritualmente, ¿dónde iremos? ¿Existe el infierno o no? ¿Existe el Cielo o no? La respuesta es “sí”. ¿Qué es el infierno? El infierno es creado por nuestro propio karma, nuestros propios pensamientos oscuros, nuestras propias malas acciones, que lo provocan. Cuando se concentra, se convierte en una especie de campo magnético, una especie de atmósfera. Nada desaparece realmente; todo sigue existiendo en este Universo. Lo que digamos no se perderá. Lo que pensemos no se perderá. Hay ciertas cosas que registran específicamente nuestras acciones, palabras y pensamientos. Entonces, nuestras acciones, palabras y pensamientos, ya sean buenos o malos, formarán un tipo particular de atmósfera, y esta nos rodeará. Nos seguirá donde sea que vayamos. Mientras estamos vivos, nos rodea. Esto, en ciencia, se llama el “campo magnético de una persona”. Campo magnético. Este campo magnético, incluso después de que muere una persona, todavía rodea su otro tipo de cuerpo. Solo si eres un gran practicante con un tremendo poder espiritual, puedes disolverlo. De lo contrario, pueden pasar cientos de años antes de que se disuelva. No es tan sencillo. Después de cientos de años, ese campo magnético desaparecerá gradualmente por sí solo. O bien se transforma en otro lugar, o es afectado por las circunstancias, o es absorbido por otros, hasta que se dispersa y se desvanece. Photo Caption: ¡Todo tiene su propia belleza también en la naturaleza!
