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Hay algo dentro de los cuerpos humanos, dentro de los seres humanos, que les revelará que ustedes son grandes. Hay Algo dentro de nosotros que, al hallarlo, sabremos que venimos de Dios, que somos Buda. Algunos de nosotros hemos hallado una porción de este Algo. Algunos hemos descubierto Su porción completa. Buda Lo descubrió por completo. El [Señor] Jesús Lo descubrió por completo y lo mismo ocurrió con muchos otros Maestros como [el Profeta] Mahoma (que la paz sea con Él), Krishna, etc. Y al encontrarlo por completo, Ellos se convirtieron en Buda. Se iluminaron en su totalidad. Se fundieron en uno con Dios, sabían de dónde venían y sabían adónde iban después de abandonar este cuerpo físico. Y entonces nos dijeron que tenemos la Naturaleza Búdica dentro de nosotros mismos. Nos dijeron que tenemos a Dios Que mora en este templo físico. Si encontramos siquiera una porción de esta Cualidad magnífica, este Origen magnífico en nosotros, nos volveremos más sabios, más inteligentes, más felices, más pacíficos y más amorosos. Hay quienes, en este mundo han encontrado una parte de esta Grandeza y, por ello, se han vuelto más grandes que todos los demás seres ordinarios que no La han hallado. Mas cada uno de nosotros tiene esta Grandeza dentro de sí, y en cualquier momento que elijamos conocer esta Grandeza, o queramos hacer uso de Ella, siempre podemos hacerlo. Para encontrar esta Grandeza, esta Naturaleza original del Ser de todos los seres, solo necesitamos concentrarnos en el lugar adecuado, de la manera correcta. Gracias. Todo, incluso en este mundo físico, si queremos tener éxito en algo, necesitamos concentración. Y creo que el pueblo japonés lo sabe mejor que nadie. Muchas empresas en Japón envían a sus empleados a los templos budistas para aprender el método Zen de concentración, de modo que su compañía cuente con trabajadores más eficientes. Japón, supongo, es una de las muy pocas naciones, si no la primera y única, que es consciente del poder de la concentración interior. Tal vez por eso Japón es tan exitoso en tantos aspectos. Pero para ser felices, para estar más en paz y para tener una felicidad que dure para siempre, también necesitamos usar nuestra concentración para ir a una dimensión superior, para aprender un propósito de vida más noble, una sabiduría más noble del Universo. Entonces podremos convertirnos en un ser completo, no solo en ejecutivos exitosos en este mundo, sino también en un santo, un Buda, para bendecir al mundo y al Universo. Con solo un poco de concentración, las personas ya pueden ser muy exitosas en esta vida. Así que, si dedicamos más concentración, una concentración más profunda, y de la manera correcta, seremos exitosos incluso en el Cielo. Podremos dejar esta vida física cuando queramos, visitar el Cielo, visitar el Reino de Buda, y regresar de nuevo, para cumplir con nuestro deber en este planeta, y viceversa. Siempre envidiamos a las personas que son más inteligentes, más exitosas. Quizá estas personas saben cómo hacer uso de su sabiduría interior más que algunos de nosotros. Por eso se volvieron muy inteligentes, muy perspicaces, y saben cómo resolver problemas más rápido que muchos de nosotros, que no hacemos uso de la sabiduría interior. Por eso el Buda nos animó a cada uno de nosotros a encontrar nuestra propia Naturaleza Búdica, nuestra propia sabiduría interior. Por eso la Biblia nos dice: “Buscad primero el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”. Podemos encontrar en cualquier momento este Reino de Dios, o esta Naturaleza Búdica, que hace grandes a todos los Maestros, y que nos hace grandes a cada uno de nosotros, porque originalmente somos grandiosos. Photo Caption: Grande o pequeño, Dios Ama y Cuida a todos.











